
Según estudios realizados sobre
la diferencia de resultados entre hombres y mujeres en matemáticas y en visión
espacial, la seguridad en uno mismo es de vital importancia. A las mujeres a
las que se les pidió que especificaran su sexo antes de hacer un test de visión
espacial obtuvieron peores resultados que aquellas a las que no.
Las mujeres también tenían mejores resultados cuando se les decía que se concibieran a sí mismas como hombres, y ambos géneros obtuvieron mejores resultados cuando se les dijo que su género era el que mejores resultados obtenía en la materia.
Las mujeres también tenían mejores resultados cuando se les decía que se concibieran a sí mismas como hombres, y ambos géneros obtuvieron mejores resultados cuando se les dijo que su género era el que mejores resultados obtenía en la materia.
Y lo que es más interesante es que la
diferencia entre ambos géneros prácticamente desaparecía cuando se pedía a los
participantes que respondieran a todas las preguntas. Al parecer, cuando a las
mujeres se les permitía dejar preguntas en blanco, lo hacían; no por falta de
conocimientos, sino por falta de seguridad en sí mismas.
"Si oyes una voz dentro
de ti que te dice: 'No sabes pintar', ponte a pintar y acallarás esa voz".Vincent van Gogh
Tener seguridad en uno mismo no significa
ser un ególatra. Cuando uno cree en sí mismo y en su capacidad sin
fanfarronerías, hay determinadas cosas que no hace:
1. Poner excusas.
Si hay una característica que les sobra a
las personas seguras es la eficacia: las personas que confían en sí mismas
confían en que pueden conseguir lo que se proponen. Se trata de tener un lugar
de control interno en vez de uno externo. Por eso no verás a una persona segura
quejarse del tráfico después de haber llegado tarde o culpando a su jefe de que
no la asciendan. Las personas seguras no ponen excusas porque saben que ellos
son los que llevan el control de su vida.
2. Rendirse.
Las personas seguras no se rinden a la
primera de cambio si algo sale mal. Conciben los problemas y los fracasos como
obstáculos que hay que superar en vez de como una barrera impenetrable que
impide alcanzar el éxito. Sin embargo, eso no significa que sigan intentando
hacer lo mismo una y otra vez. Cuando algo sale mal, una de las primeras cosas
que hacen las personas seguras es intentar ver dónde se torció todo y cómo
pueden evitarlo la próxima vez.
3. Esperar a que le den permiso para
actuar.
Las personas seguras no necesitan que
nadie les diga lo que tienen que hacer o cuándo deberían hacerlo. No malgastan
el tiempo haciendo preguntas como: "¿Puedo...?" o
"¿Debería...?". Si se hacen preguntas, suelen ser del tipo: "¿Y
por qué no...?". Ya sea a la hora de dirigir una reunión cuando el jefe no
está o de hacer un esfuerzo adicional para solucionar un problema con un
cliente, ni se les pasa por la cabeza esperar a que se encargue otra persona.
Son personas que se dan cuenta de lo que hay que hacer y lo hacen.
4. Llamar la atención.
A la gente no le atraen las personas que
intentan llamar la atención desesperadamente. Una persona segura sabe que ser
ella misma es mucho más eficaz que intentar demostrar lo importante que es. Los
demás perciben tu actitud con rapidez y se sienten más atraídos por la actitud
adecuada que por los contactos que tienes. Las personas seguras siempre parecen
tener la actitud apropiada. Cuando las elogian, desvían la atención a las
personas que se esforzaron para ayudarlas a llegar donde están. No van buscando
la aprobación ni los piropos de nadie porque saben que su valía depende de
ellos mismos.
5. Buscar elogios constantemente.
¿Alguna vez has estado con alguien que
necesita oír constantemente lo genial que es? Las personas seguras no necesitan
eso. No piensan que su éxito dependa de la aprobación de otras personas y
entienden que, independientemente de lo bien que hagan algo, siempre va a haber
alguien que solo vaya a responder con críticas. Las personas seguras de sí
mismas también saben que esa seguridad que surge a partir de los elogios de los
demás no es seguridad, sino narcisismo.
6. Dejar las cosas para el último momento.
¿Por qué se procrastina? A veces es
simplemente por vaguería. Aunque otras muchas veces es porque tienen miedo:
miedo al cambio, al fracaso o incluso al éxito. Las personas seguras no dejan
las cosas para el último momento. Porque creen en sí mismas y esperan que sus
acciones sirvan para acercarse un poco más a sus objetivos. No se quedan de
brazos cruzados esperando al momento adecuado o a que se den las circunstancias
perfectas. Saben que lo único que importa es el presente. Y creen que si el
momento no es el adecuado, ellas son capaces de hacer que lo sea.
7. Juzgar.
Las personas seguras no juzgan a las demás
porque saben que todo el mundo tiene algo que ofrecer, y no necesitan desanimar
al resto para sentirse mejor consigo mismas. Compararse con los demás es
limitarse. Las personas seguras no malgastan el tiempo evaluando a la gente y
preocupándose por compararse con todo al que conocen.
8. Evitar el conflicto.
Las personas seguras no conciben los
conflictos como algo que deba evitarse a toda costa; los conciben como algo que
hay que gestionar con eficacia. No van a estar de acuerdo con todo solo para
quedar bien, aunque eso implique tener conversaciones incómodas o tomar
decisiones desagradables. Saben que los conflictos forman parte de la vida y
que no pueden evitarlos sin privarse al mismo tiempo de las cosas buenas.
9. Dejar que la falta de recursos se
interponga en su camino.
Las personas seguras no dejan que les den
la espalda solo porque no tengan un título, el personal adecuado o el dinero
para conseguir algo. O bien encuentran la manera de conseguir lo que necesitan
o bien piensan en una forma de alcanzar su objetivo sin ello.
10. Acomodarse demasiado.
Las personas seguras entienden que
acomodarse demasiado es el peor enemigo para la consecución de sus objetivos.
Por eso mismo, saben que la comodidad lleva a la complacencia y la
complacencia, al estancamiento. Cuando empiezan a sentirse cómodos, se lo toman
como una señal de alarma e intentan volver a traspasar fronteras para seguir
creciendo tanto personal como profesionalmente. Entienden la falta de confort
como algo bueno.
En resumen
Adoptar las conductas de las personas
seguras es una forma ideal de aumentar las posibilidades de éxito, que, a su
vez, llevarán a que te sientas más seguro. La ciencia lo deja claro, ahora te
toca a ti decidir si actuar al respecto.
Vía: Huffingtonpost.es