Salud integral: la importancia para un mejor desarrollo

 
 
 
 
 
«La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausenc 

«La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades»

Son relevantes las dimensiones de la salud física y mental y la importancia de sus cuidados para el desarrollo de nuestra calidad de vida y nuestro desenvolvimiento como seres biopsicosociales.

Cuando nos enfrentamos a un estrés agudo, el organismo, con el fin de mantener la homeostasis (equilibrio), activa del eje hipotalámico-hipofisiario-adrenal, produciendo así unas reacciones bioquímicas y fisiológicas para resistir el embate de la amenaza; pero si esta es continua puede ocurrir que se entre en una fase de agotamiento y disminuya el sistema inmunológico, con lo que se pone en riesgo la salud física y mental.

Si en nuestro día a día, nos movemos entre severas amenazas o estresores: peleas con la pareja, conflicto laboral, familiar, etc. entre muchísimas otras cosas más. Entonces surge la interrogante ¿qué puede hacer para cuidar su salud física y mental?

 “Mente sana en cuerpo” Generalmente cuando nos preguntan cómo cuidar la salud física respondemos rápidamente sin titubear: “comiendo sano, haciendo ejercicio físico, durmiendo de siete a ocho horas al día, no fumar, no tomando licor en exceso”, pero cuando nos preguntan cómo cuidar la salud mental, nos tardamos más en responder, y la verdad es que no podemos separar el cuerpo de la mente y viceversa.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de enfermedad. Bienestar significa estar bien, del mejor modo posible. Lo más correcto, por lo tanto podemos tener salud aunque tengamos una enfermedad y puede que no tengamos ninguna enfermedad pero no tenemos salud porque no tenemos bienestar.

La misma OMS dice que la salud mental es un estado de bienestar en el cual un individuo se da cuenta de sus propias aptitudes, puede afrontar las presiones normales de la vida, puede trabajar productiva y fructíferamente y es capaz de hacer una contribución a su comunidad.

Esta definición permite hacer el siguiente análisis : cuando hay un bote de agua en mi acera y lo veo con indiferencia, o cuando limpio mi casa o patio y pongo la basura en la avenida sin importarme si el aseo pasa o no ¿Qué está sucediendo con mi salud mental en ese momento? Si contribuimos en forma destructiva con la comunidad, nuestra salud mental no está bien, cuando no somos capaces de trabajar, cuando regalamos nuestro trabajo o no le ponemos un justo precio, algo anda mal con la salud mental.

La buena salud empieza por la salud mental. Todo lo que preserva la salud mental preserva la salud física y viceversa, pero también tenemos que recordar que somos biopsicosociales, por lo tanto, también tenemos salud social, espiritual e intelectual. El bienestar es el proceso de acercarse a una salud óptima, ya sea física o mental. 

El bienestar tiene que ver con la sensopercepción. La senso se refiere a los órganos de los sentidos, a través de los cuales se reciben los estímulos externos o internos; y la percepción es la interpretación de lo percibido, la manera en que interpretamos una circunstancia o un hecho. Depende de nuestras creencias, afectos, memoria y experiencia. Son ellos los que hace que interpretemos las cosas positivamente, catastróficamente o como una posibilidad de sacar las fortalezas y resolver la situación.

Estresores 

Existen factores que afectan la salud mental y dentro de ellos tenemos: el estrés, el aislamiento social, la ansiedad, la inseguridad, el miedo y la ira en forma continua y elevada, sobrecarga de situaciones negativas o difíciles, bajo nivel educativo, bajo ingreso económico, déficit habitacional, pobreza, entre otros. Según esto tenemos muchísimos riesgos de que se afecte nuestra salud mental, por eso tenemos que cuidarla, haciendo lo mejor posible con lo que tenemos.
Constantemente nos vemos expuestos a presiones y/o situaciones que puedan alterar nuestro bienestar, y que nos hagan sentir estrés, agotamiento o incluso un sentimiento de vacío e inestabilidad emocional.
Al estar en una etapa de nuestras vidas en la que esto se considera normal no solemos darle mayor importancia, sin embargo, el contar con paz mental y buen humor es fundamental para nuestro sano rendimiento, no solamente en la escuela sino en todos los ámbitos de nuestra vida.
De forma habitual, escuchamos cuán importante es el practicar algún deporte y llevar una dieta balanceada para mantenernos saludables, sin embargo, muy pocas veces nos han hablado de la salud mental y la importancia que todos debemos darle a este aspecto. 
 
La buena salud empieza por la salud mental. Todo lo que preserva la salud mental preserva la salud física y viceversa, pero también tenemos que recordar que somos biopsicosociales, por lo tanto, también tenemos salud social, espiritual e intelectual



La salud mental se define como un estado de bienestar en el cual el individuo es capaz de reconocer sus cualidades y habilidades, afrontar los retos y emociones del día a día, trabajar de forma productiva y así mismo generar un bienestar individual y social.
¿Cómo se puede alcanzar la salud mental? Al ser este un tema tan relevante para nuestro bienestar es importante que aprendamos a cuidarnos no solamente en el aspecto físico, sino también psicológico. A continuación, algunos consejos para conseguirlo:
Conócete. Es fundamental que tú como persona te conozcas; identifica tus habilidades, cualidades y defectos, pero más importante aún, confía en ti y todo aquello de lo que eres capaz, así podrás construir una mejor versión de ti mismo.
Cuerpo sano, mente sana”. Se ha demostrado que cuando mantenemos una buena alimentación y practicamos actividad física los niveles de estrés bajan considerablemente; no son necesarios los excesos, con una simple caminata y comidas equilibradas te sentirás mucho mejor.
Autocontrol. Es importante que aprendas a manejar tus emociones, no dejes que el estrés te maneje, hazlo tú primero.
Habla. Si alguna vez te resulta muy difícil controlar tus sentimientos aprende a sacártelos del pecho; habar sobre tus emociones o molestias con una persona de confianza puede ayudar a sentirte liberado y más alegre.
Exprésate. Si no se te da muy bien eso de platicar con alguien sobre tus sentimientos, en muchas ocasiones resulta útil sacar todo aquello que nos abruma o “desconectarnos” de una u otra forma. Por ejemplo, puedes pintar, leer un libro, escuchar música; haz algo que te relaje y te haga sentir bien.
Y lo más importante: sé positivo. Muchas veces al meter un aire de negatividad y amargura en nuestra mente somos nosotros mismo quienes atraemos más estrés y mala situaciones a nuestras vidas, date cuenta que el tener un pensamiento negativo no te lleva a la salud mental. Lo mejor será que mantengas optimismo ante la vida, que conozcas lo que te hace feliz y aprendas a equilibrar y a aceptar lo que no puedes cambiar. A final de cuentas, todo se trata de ser feliz.

Vía: Ugto.mx/revistaenjambre/    Correodelcaroni