Especialízate en tí

Muchas personas sienten que hay negatividad en su vida. A veces piensan que alguien hace algún trabajo para provocarles daño. El mercado está lleno de rituales, pociones, hierbas, aromas y otros elementos para ahuyentar los maleficios. 

Aún suponiendo que estos son efectivos y que producen una suerte de limpieza en las vibraciones, su efecto dura poco. Es como estar sucio, bañarse y quedar limpio. Pero si los hábitos de higiene no cambian, volverá a enlodarse.

Es fundamental que te conozcas de la manera más objetiva posible. Esto no es fácil. Tu mente construye una imagen falsa y más amable de ti que lo real. Procura identificar cuáles son tus pensamientos dominantes.Observa si tienes pensamientos negativos, destructivos o derrotistas; o si tienes emociones perturbadoras como celos, envidias o melancolías. Si es así, cada vez que tengas estas vibraciones estás más susceptible a las negatividades del medio. Abres un canal por el cual te pueden hacer daño. Si no cambias estos hábitos de pensamiento es como bañarte y volverte a ensuciar.

Tendrás más felicidad en tu vida si identificas estas fuentes de radiación negativa en ti. Y luego, todos los días hasta modificar el hábito de pensamiento, repite cuantas veces puedas afirmaciones positivas que las combatan.
Por ejemplo, si descubres inseguridad en ti, repite mentalmente una frase como "tengo seguridad y confianza en mí." Verás que si lo haces muchas veces, todos los días, al poco tiempo tu poderosa mente interior combate los pensamientos perturbadores y desarrollas un carácter mejor. Es la mejor higiene que puedes hacer.
CONÓCETE II

Ningún ser de la creación percibe el mundo tal cual es. Todos estamos preparados genéticamente para percibir una parte de la realidad, la necesaria para nuestra supervivencia. Nuestros sentidos tienen un umbral determinado, es decir, percibimos una parte de las sensaciones que nos llegan desde el exterior o desde el interior de nuestro cuerpo.No es posible atender a todas las sensaciones que nos rodean. Necesariamente tenemos que seleccionar unas pocas para atender. Este es un proceso que puede hacerse en forma consciente, pero que generalmente se realiza en forma automática.De esta forma la vida se va haciendo conforme a las percepciones que has ido seleccionando, determinando tu felicidad y tu realización personal.

Por ejemplo, si has tenido en tu mente pensamientos dominantes referidos a que no eres importante para los demás, entonces tu mente filtrará de las miles de percepciones diarias, aquéllas que sean coherentes con lo que piensas. Los hechos vienen a confirmar lo que siempre has pensado: no eres una persona valiosa para los demás. Sin embargo, tu mente dejó de percibir las manifestaciones de aprecio y los elogios. Simplemente para ti no existieron.

A la inversa, teniendo una buena imagen de ti mismo, el mundo y la gente que te rodea, cambia positivamente para ti.Para comenzar una nueva vida de éxito, realizaciones y amor, hay que hacer un tratamiento personal. Para hacer el tratamiento, hay que comenzar con un diagnóstico. Una buena ayuda es hacer una autobiografía. Ocupa algunos días en ello y luego observa lo que recuerdas y las sensaciones que te producen. Te dará una pauta muy buena acerca del concepto que has tenido de ti mismo y cómo éste ha determinado tu vida hasta ahora.

CONÓCETE III
La vida de miles de personas de éxito, ya sea en lo material y en lo espiritual, tienen algo en 
común ¿Y sabes qué tienen todos ellos en común? Dos cosas fundamentales.Primero, una actitud mental positiva constante, o al menos, en la mayoría de sus pensamientos.

Segundo, tienen mucha claridad en sus metas personales. Saben exactamente lo que quieren.¿Sabes tú lo que quieres? Te asombrará conocerte un poco mejor y descubrir que seguramente no tienes bien definidos tus objetivos. Para conseguir tus metas, tienes que saber exactamente qué quieres conseguir, con quienes tienes que realizar esas metas, cuándo lo quieres lograr, cómo, para qué lo quieres, por qué esa es tu meta y dónde.

Una vez que tienes muy definido tu "blanco", piensa siempre en él, todos los días, ¾ mañana, tarde y noche. Imagínate como si ya los hubieras logrado.Recuerda. Para definir tus metas, escríbelas (esto es muy importante). Responde a las preguntas: qué, quién, cómo, cuándo, para qué, por qué y dónde. Estos minutos empleados en tu vida se convertirán en realizaciones maravillosas en poco tiempo.

CONÓCETE IV

Muchas personas sienten que hay negatividad en su vida. A veces piensan que alguien hace algún trabajo para provocarles daño. El mercado está lleno de rituales, pociones, hierbas, aromas y otros elementos para ahuyentar los maleficios. Aún suponiendo que estos son efectivos y que producen una suerte de limpieza en las vibraciones, su efecto dura poco. Es como estar sucio, bañarse y quedar limpio. Pero si los hábitos de higiene no cambian, volverá a enlodarse.Es fundamental que te conozcas de la manera más objetiva posible. Esto no es fácil.

Tu mente construye una imagen falsa y más amable de ti que lo real. Procura identificar cuáles son tus pensamientos dominantes.Observa si tienes pensamientos negativos, destructivos o derrotistas; o si tienes emociones perturbadoras como celos, envidias o melancolías. Si es así, cada vez que tengas estas vibraciones estás más susceptible a las negatividades del medio. Abres un canal por el cual te pueden hacer daño. Si no cambias estos hábitos de pensamiento es como bañarte y volverte a ensuciar.Tendrás más felicidad en tu vida si identificas estas fuentes de radiación negativa en ti.

Y luego, todos los días hasta modificar el hábito de pensamiento, repite cuantas veces puedas afirmaciones positivas que las combatan. Por ejemplo, si descubres inseguridad en ti, repite mentalmente una frase como "tengo seguridad y confianza en mí." Verás que si lo haces muchas veces, todos los días, al poco tiempo tu poderosa mente interior combate los pensamientos perturbadores y desarrollas un carácter mejor. Es la mejor higiene que puedes hacer.

CONÓCETE V

Ningún ser de la creación percibe el mundo tal cual es. Todos estamos preparados genéticamente para percibir una parte de la realidad, la necesaria para nuestra supervivencia. Nuestros sentidos tienen un umbral determinado, es decir, percibimos una parte de las sensaciones que nos llegan desde el exterior o desde el interior de nuestro cuerpo.No es posible atender a todas las sensaciones que nos rodean.

Necesariamente tenemos que seleccionar unas pocas para atender. Este es un proceso que puede hacerse en forma consciente, pero que generalmente se realiza en forma automática.De esta forma la vida se va haciendo conforme a las percepciones que has ido seleccionando, determinando tu felicidad y tu realización personal. Por ejemplo, si has tenido en tu mente pensamientos dominantes referidos a que no eres importante para los demás, entonces tu mente filtrará de las miles de percepciones diarias, aquéllas que sean coherentes con lo que piensas.

Los hechos vienen a confirmar lo que siempre has pensado: no eres una persona valiosa para los demás. Sin embargo, tu mente dejó de percibir las manifestaciones de aprecio y los elogios. Simplemente para ti no existieron. A la inversa, teniendo una buena imagen de ti mismo, el mundo y la gente que te rodea, cambia positivamente para ti.Para comenzar una nueva vida de éxito, realizaciones y amor, hay que hacer un tratamiento personal. Para hacer el tratamiento, hay que comenzar con un diagnóstico. Una buena ayuda es hacer una autobiografía. Ocupa algunos días en ello y luego observa lo que recuerdas y las sensaciones que te producen.

Te dará una pauta muy buena acerca del concepto que has tenido de ti mismo y cómo éste ha determinado tu vida hasta ahora.

CONÓCETE VI

Cuando alguna persona decide comenzar seriamente un camino de perfeccionamiento de sí mismo, pronto se encontrará con alguien que le dirá solemnemente: lo primero que debes hacer es conocerte a ti mismo. Efectivamente esta sentencia se daba desde muy antiguo en las escuelas o filosofías. Lo que casi nadie explica hasta ahora es que no basta con tener la intención de conocerse a sí mismo para lograrlo.

Más aún, sin una ardua preparación, es imposible. La mente construye imágenes ilusorias de sí mismo. Cada uno percibe una parte de la realidad y la interpreta a su gusto. De allí que sea mucho más fácil mirar en el otro los defectos que en sí mismo. Es que el ego de cada persona no permite que se observe sinceramente. Cada uno justifica sus actos y encuentra una explicación para él razonable.Si no te reconoces tus defectos, no puedes conocerte realmente. Y mucho menos puedes cambiarlos. Sólo puedes aspirar a una vida mejor si identificas lo que está errado en ti.

Pero, ¿cómo hacerlo, si tu mente está entrenada para suavizar las equivocaciones y para justificar tus acciones? A continuación, una magnífica clave para conocerte.Usemos precisamente esta realidad de que es más fácil ver en el otro sus defectos que en sí mismo.

Observa a los demás y reconoce las emociones negativas o perturbadoras en ellos. Investiga cómo se manifiestan, qué dice el sujeto, cómo se comporta, cuál es la expresión de su rostro, etc. Identifica emociones tales como celos, envidias, animadversiones, rencores, miedos y otras. Cuando veas que alguien se comporta de tal modo, tu concluirás: eso que la persona tal manifiesta se llama celos. Tú debes ser un investigador por unos días de la naturaleza humana, pero no un juez.

No critiques ni juzgues, simplemente observa.Después de un par de semanas de investigación observa tus comportamientos y expresiones. Seguramente descubrirás en ti, quizás por primera vez, lo que en otros observaste.

CONÓCETE VII

Algunos sostienen que si nos molesta algo de otra persona, es porque nosotros mismos tenemos ese defecto. Mi experiencia con miles de estudiantes es que no siempre es así. Sin embargo, es un buen punto de partida para un conocimiento más objetivo de sí mismo.

Preguntarse si el comportamiento de otro me molesta porque yo mismo lo tengo, puede llevarnos a más de una sorpresa.Provocamos una reacción simpática, una resonancia con los demás. Es que si un instrumento vibra en, por ejemplo, la nota La, hará vibrar las cuerdas afinadas en la misma nota de otros que estén cerca. Si sonríes, provocarás sonrisas.

Si tienes una mente constructiva y positiva, atraerás personas positivas. Si estás pensando constantemente en enfermedad, atraerás personas enfermas e incluso, enfermedades.Del mismo modo, tener un comportamiento perturbador para los demás, puede provocar que ellos reaccionen de manera similar.

Entonces te molestará su manera de ser, estando el origen de ello en ti mismo.Sin embargo, no siempre lo que te molesta del otro se debe a que tú también tengas esa conducta. Simplemente no va contigo ese modo de actuar que la otra persona tiene. Conviene, eso sí, por tu salud mental ser más comprensivo y tolerante.

CONÓCETE VI

bservarte te ayuda a conocerte más. Y conociéndote, puedes mejorar notablemente tu
calidad de vida siguiendo las sugerencias que cada día entregamos en "El Almanaque".Seguramente te has propuesto muchas metas en la vida que no has podido llevar a término pese a una gran cantidad de energía ocupada en ello.

Muchas son las causas que impiden el éxito rápido.Una de ellas es que tengas metas que se opongan entre sí. Todos tenemos una cantidad determinada de recursos, ya sean humanos, materiales y de tiempo. Aún cuando tengas una riqueza material ilimitada, no podrás disponer de más de 24 horas cada día.

Puedes estar gastando una enormidad de tus recursos en tratar de lograr metas que no pueden realizarse simultáneamente porque no hay tiempo para todas ellas, porque no hay las personas suficientes que te apoyen en todos los proyectos o porque no hay dinero para financiar todas las metas.Es obvio que si tienes una cierta cantidad de recursos económicos, no podrás tal vez hacer el viaje que tienes planificado y al mismo tiempo comprarte un auto o coche nuevo.

Obsérvate, descubre tus metas y ambiciones personales. Anótalas. Identifica aquéllas que se oponen entre sí. Clasifica tus objetivos en orden de importancia. Si jerarquizas tus metas, ocuparás tu energía provechosamente en lograrlas una a una.


Vía:  Elalmanaque