La Ciencia y la profecía Maya

"La Ciencia y la profecía Maya"El cumplimiento de las detalladas predicciones que la antigua cultura maya hizo para el período que media entre los años 1992 y 2012 de nuestro calendario plantea un profundo misterio y una pregunta inquietante: ¿nos encontramos realmente viviendo el final de una era cósmica y veremos dentro de cuatro años el amanecer de una con signo muy distinto? 

Los científicos no saben qué está sucediendo con el Sol. El 30 de enero del año 2005, una sorpresiva tormenta solar alcanzó la Tierra con su máximo de radiación sólo 15 minutos después de iniciarse la serie de explosiones, cuando lo habitual son 2 horas. Según Richard Mewaldt, del California Institute of Technology, fue la más violenta en los últimos 50 años. También ha sido la más misteriosa.


Los científicos creían que dichas tormentas se producían en la corona solar por las ondas de choque asociadas a eyecciones de plasma. Sin embargo, en este caso parece haberse originado extrañamente en el interior del astro rey, según afirmó el profesor Robert Lin, de la universidad de California.

Los astrónomos expresaron su perplejidad. El profesor Lin –principal investigador del satélite Reuven Ramaty High Energy Solar Spectroscopic Imager (RHESSI)– concluyó su declaración con una frase muy significativa: «Esto significa que realmente no sabemos cómo funciona el Sol».

En resumen: el insólito fenómeno del 30 de enero ha pulverizado los modelos predictivos de nuestra ciencia. Pero además, ¿por qué se produce una actividad tan intensa y anómala en este momento? El pico de máxima actividad de nuestra estrella –en su ciclo principal de 11 años– tuvo lugar en el año 2000.


En 2004 los físicos solares observaron una ausencia total de manchas, algo que siempre anuncia la proximidad de un mínimo de actividad. Dicho mínimo debía producirse entre 2005 y 2006, unos 4 años antes del nuevo máximo, previsto para el año 2010 ó 2011, precisamente en vísperas de la fecha para la cual los antiguos mayas profetizaron el final de la era correspondiente al «Quinto Sol» y el comienzo de otro ciclo cósmico, llamado «Sexto Sol».


¿Sabían algo los mayas que nuestra ciencia actual ignora? ¿Podrían ayudar sus textos sagrados a los científicos, desconcertados por el extraño e inquietante comportamiento del astro rey?

Y sobre todo: ¿por qué motivo prestó aquella antigua cultura tanta atención a la actividad solar de nuestros días en tiempos tan remotos?


El calendario maya finaliza abruptamente el sábado 23 de diciembre de 2012, 5.125 años después de iniciarse la era del «Quinto Sol».

Según sus profecías, la causa física desencadenante es que el Sol recibiría un rayo proveniente del centro de la galaxia y emitiría una inmensa «llamarada radiante» que transmitiría esa radiación a la Tierra y al resto del sistema solar. Este evento precedería al comienzo de un nuevo ciclo cósmico.


Según su cómputo, habrían tenido lugar ya 5 ciclos de 5.125 años, completando una serie de 25.625 años, período muy próximo al de «la precesión de los equinoccios», conocido como «Año Platónico» o «Gran Año Egipcio», correspondiente a un ciclo completo formado por las 12 eras astrológicas (25.920 años).

Según los mayas, en la Tierra cada ciclo de 5.125 años habría sido el escenario de la aventura de una Humanidad –«una raza» en su concepto– y habría acabado con su destrucción, seguida por la regeneración que trae el siguiente ciclo o «Sol». Al comienzo de éste se produce una sincronización de la «respiración» de todas las estrellas, planetas y seres.
El 11 de agosto de 3.113 a .C. los mayas fijaron el nacimiento del «Quinto Sol» –la era actual– cuyo final llegaría en 2012. La Era del Agua habría acabado con el Diluvio, la posterior a ésta con un diluvio de fuego y la nuestra, llamada «del Movimiento», finalizaría con violentos terremotos, erupciones volcánicas y huracanes devastadores.

La mitología de las culturas antiguas más diversas recoge la memoria de inundaciones catastróficas que tuvieron lugar hace unos 12.000 años y de misteriosas lluvias de fuego, hace algo más de 5.000 años, que investigadores como Maurice Cotterell asocian a un gran cometa que rozó la atmósfera terrestre.

La predicción maya también describe los 20 años anteriores al primer día del «Sexto Sol» con cierto detalle. Este ciclo menor, que ellos denominaban Katum, ya ha consumido casi dos tercios de su duración total. Ello nos permite verificar hasta qué punto se han cumplido sus profecías hasta este momento y, en consecuencia, decidir si su nivel de aciertos merece suficiente credibilidad como para prestarles atención.

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El último Katum –denominado por ellos «el tiempo del no tiempo»– habría empezado en el año 1992 de nuestro calendario, después de un eclipse de Sol que esta cultura pronosticó para el 11 de julio de 1991 y que se cumplió puntualmente. En el concepto maya se trataría de un periodo de transición, caracterizado por profundos cambios cósmicos, telúricos e históricos.

Es curioso observar que en septiembre de 1994 se produjeron fuertes perturbaciones en el magnetismo terrestre, con alteraciones importantes en la orientación de las aves migratorias y cetáceos, e incluso en el funcionamiento de la aviación.

En 1996, la sonda espacial Soho descubrió que el Sol no presentaba ya polos magnéticos sino un único campo homogeneizado. En 1997 se produjeron violentas tormentas magnéticas en el Sol. Y en 1998, la NASA detectó la emisión de un potente flujo de energía proveniente del centro de la galaxia que nadie supo explicar.

Otra fecha importante de las profecías mayas fue el eclipse total de Sol del 11 de agosto de 1999, que también se verificó puntualmente. Según el Chilam Balam –un libro sagrado maya–, siete años después del inicio del último Katum (1999) comenzaría una era de oscuridad y las convulsiones de la Tierra –seísmos, huracanes, erupciones volcánicas– aumentarían sensiblemente.

Anexo 2 :LAS 7 PROFECÍAS MAYAS

Primera Profecía

El mundo de odio y materialismo terminará el sábado 22 de de diciembre del año 2012 y con ello el final del miedo, en este día la humanidad se tendrá que escoger entre desparecer como especie pensante que amenaza con destruir el planeta o evolucionar hacia la integración armónica con todo el universo, comprendiendo y tomando conciencia de todo esta vivo y que somos parte de ese todo y que podemos existir en una nueva era de luz. 


La primera profecía nos dice que a partir de 1999 nos quedan 13 años, para realizar los cambios de conciencia y actitud para desviarnos del camino de destrucción por el que avanzamos, hacia uno que abra nuestra conciencia y nuestra mente para integrarnos con todo lo que existe. 



Los Mayas sabían que nuestro sol es un ser vivo que respira y que cada cierto tiempo se sincroniza con el enorme organismo en el que existe, que al recibir un chispazo de luz del centro de la galaxia brilla mas intensamente, produciendo en la superficie lo que nuestros científicos llaman erupciones solares y cambios magnéticos, ellos dicen que esto sucede cada 5125 años, que la tierra se ve afectada por los cambios en el sol mediante un desplazamiento de su eje de rotación, y predijeron que a partir de ese movimiento se producirían grandes cataclismos, para los mayas los procesos universales como la respiración de la galaxia son cíclicos y nunca cambian, lo que cambia es la conciencia del hombre que pasa a través de ellos, siempre en un proceso a la perfección ( recordemos el mensaje de Jesucristo en la Biblia: “sed perfectos como lo es su padre en el reino de los cielos”). 



Los Mayas predijeron que el sábado 22 de diciembre del 2012 el sol al recibir un fuerte rayo sincronizador proveniente del centro de la galaxia cambiará su polarización y producirá una gigantesca llamarada radiante. Por ello la humanidad deberá estar preparada para atravesar la puerta que nos dejaron los mayas, transformando a la civilización actual basada en el miedo en una vibración mucho más alta de armonía, solo de manera individual se puede atravesar la puerta que permite evitar el gran cataclismo que sufrirá el planeta para dar comienzo a una nueva era, en un sexto ciclo del sol. 

La primera profecía nos habla del tiempo del no tiempo, un período de 20 años que empezó en 1992 y que termina en el 2012, donde la humanidad entraría en el último período de grandes aprendizajes, grandes cambios. Asimismo la anunció que siete años después del comienzo de este período comenzaría una época de oscuridad que nos enfrentaría a todos con nuestra propia conducta, dijeron que las palabras de sus sacerdotes serían escuchadas por todos nosotros como una guía para despertar, ellos llaman a ésta época como el tiempo que la humanidad entrará al gran salón de los espejos, una época de cambios para enfrentar al hombre consigo mismo para hacer que entre al gran salón de los espejos y se mire, y analice su comportamiento con el mismo, con los demás, con la naturaleza y con el planeta donde vive. Una época para que toda la humanidad por decisión conciente de cada uno de nosotros decida cambiar, eliminar el miedo y la falta de respeto de todas nuestras relaciones. 


Segunda Profecía
Esta anunció que todo el comportamiento de la humanidad cambiaría rápidamente a partir del eclipse de sol del 11 de agosto de 1999, y ese día vimos como un anillo de fuego se recortaba contra el cielo, fue un eclipse sin precedentes en la historia, por la alineación en cruz cósmica con centro en la tierra de casi todos los planetas del sistema solar, se posicionaron en los cuatro signos del zodíaco, que son los signos de los cuatro evangelistas, los cuatro custodios del trono que protagonizan el Apocalipsis de San Juan.

 Además la sombra que proyecta la luna sobre la tierra atravesó Europa pasando por Kosovo, luego por Medio Oriente, por Irán e Irak y posteriormente se dirigió a Pakistán e India, con su sombra parecía predecir un área de conflictos y guerras (lo cual ha venido sucediendo puntualmente). Los Mayas sostenían que a partir de los eclipse los hombres perderían fácilmente el control de sus emociones o bien afianzarían su paz interior y su tolerancia evitando los conflictos. 

Desde entonces se vive una época de cambios que es la antesala de una nueva era, antes del amanecer es cuando la noche se hace más oscura, el fin de los tiempos es una época de conflictos y grandes aprendizajes, de guerras, separación y locuras colectivas que generará a su vez proceso de destrucción y evolución, la segunda profecía indica que la energía que se recibe desde el centro de la galaxia aumentará y acelerará la vibración en todo el universo para conducirlo a una mayor perfección, esto producirá cambios físicos en el sol, en la tierra y cambios psicológicos en el hombre alterando su comportamiento. 

Su forma de pensar y sentir, se transformarán las relaciones y los modos de comunicación, los sistemas económicos, sociales, de orden y justicia, cambiarán las creencias religiosas y los valores aceptados, el hombre se enfrentará a sus miedos y angustias para resolverlos, y de ese modo podrá sincronizarse con los del planeta, y el universo; la humanidad se concentrará en su lado negativo y podrá ver claramente que cosa es la que está haciendo mal, este es le primer paso para cambiar la actitud y conseguir unidad que permite la aparición de la conciencia colectiva.


Se incrementarán los sucesos que nos separan pero también los que nos unen, la agresión, el odio, las familias en disolución, los enfrentamientos por ideologías, religión, modelos de moralidad o nacionalismo; simultáneamente más personas encontrarán paz, aprenderán a controlar sus emociones, habrá más respeto, serán más tolerantes y comprensivas y encontrarán la unidad.


Surgirá el hombre con un altísimo nivel de energía interna, personas con sensibilidad y poderes intuitivos para la sanación, pero también aparecerán farsantes que solo pretenderán tener ganancia económicas a expensas de la desesperación ajena. Al final del ciclo cada hombre será su propio juez, cuando el hombre entre al salón de los espejos para examinar todo lo que hizo en la vida, será clasificado por las cualidades que haya desarrollado en la vida, su manera de actuar día tras día, su comportamiento con los demás, y su respeto por el planeta, todos se ubicarán acordes a lo que sean, los que conserven la armonía.


Comprenderán lo que sucede como un proceso de evolución en el universo, en cambio habrá otros que por ambición, miedo y frustración culparán a los demás o a Dios por lo que sucederá, se generarán situaciones de destrucción, muerte y sufrimiento, pero también se dará lugar a circunstancias de solidaridad y de respeto con los demás, de unidad con el planeta y el cosmos. 

Esto implica que el cielo y el infierno se estarán manifestando al mismo tiempo, y que cada ser humano vivirá en el uno o el otro, dependiendo de su propio comportamiento, el cielo con la sabiduría para trascender voluntariamente a todo lo que sucede, el infierno con la ignorancia para aprender con sufrimiento, dos fuerzas inseparables, una que comprende que en el universo todo evoluciona hacia la perfección, que todo cambia, otra envuelta en un plano material que solo alimenta el egoísmo. 

En la época del cambio de los tiempos, todas las opciones estarán disponibles, prácticamente sin censura de ninguna clase, y los valores morales serán más laxos que nunca, para que cada cual se manifieste libremente como es, la segunda profecía afirma que sí la mayoría de los seres humanos cambia su comportamiento, y se sincroniza con el planeta, se neutralizarán los cambios drásticos que describen las siguientes profecías; hay que ser concientes de que el hombre siempre decide su propio destino, especialmente en esta época, las profecías son solo advertencias para que tomemos conciencia de la necesidad de cambiar de rumbo para evitar que se hagan realidad. 

Tercera Profecía

La tercera profecía Maya dice que una ola de calor aumentará la temperatura del planeta, produciendo cambios climatológicos, geológicos y sociales en una magnitud sin precedentes, y a una velocidad asombrosa; los mayas dicen que el aumento de de la temperatura se dará por varios factores, uno de ellos generado por el hombre que en su falta de armonía con la naturaleza solo puede producir procesos de auto destrucción, otros serán generados por el sol que al acelerar su actividad por el aumento de vibración produce más radiación, aumentando la temperatura del planeta. 

Por esta advertencia de la tercera profecía de los Mayas, se hace impostergable y urgente un cambio de conducta en lo individual y colectivo para asumir el compromiso de la practica cotidiana de acciones que ayuden a mejorar la ecología del planeta hasta lograr la plena armonía del actuar del ser humano con el entorno, a sabiendas de que el comportamiento del hombre será crucial para sobrellevar el aumento general de la temperatura causada por su propia conducta inconsciente y depredadora. 


Cuarta Profecía
La cuarta profecía dice que a consecuencia del aumento de la temperatura causado por la conducta antiecológica del hombre y una mayor actividad del sol, se provocará un derretimiento en los polos (ya tuvimos noticia reciente del desprendimiento de un bloque de hielo polar del tamaño del territorio del estado de Tlaxcala ubicado en el territorio mexicano), si el sol aumenta sus niveles de actividad por encima de lo normal habrá una mayor producción de viento solar, mas erupciones masivas desde la corona del sol, un aumento en la irradiación y un incremento en la temperatura del planeta.

Los Mayas se basaron en el giro de 584 días del planeta Venus para calibrar sus cálculos solares, Venus es planeta fácilmente visible en el cielo, pues su órbita está entre la tierra y el sol. Ellos dejaron registrado en el códice Dresde que cada 117 giros de Venus marcados cada vez de que aparece en el mismo sitio en el cielo, el sol sufre alteraciones, aparecen enormes manchas o erupciones de viento solar; advirtieron que cada 5125 años se producen alteraciones aún mayores y que cuando esto ocurre el hombre debe de estar alerta, es el presagio de cambios y destrucción. 

En el códice Desdre también figura la cifra 1366560 kines que tiene una diferencia de 20 años con la cifra que aparece en el templo de la cruz en Palenque, que tiene tallado la cifra de 1366540 kines, correspondiendo esta diferencia al período de tiempo que llamaban tiempo de no tiempo, que es le que estamos viviendo desde 1992, los cambios en la actividad del sol serán más fuertes, puesto que las protecciones que tenemos a nivel planetario se están debilitando, el escudo electromagnético que nos cubre está diminuyendo su intensidad. 

Sí sabemos que muchas cosas que queremos que no sucedan y que causan grandes tragedias finalmente suceden, debemos concentrarnos en producir resultados positivos de nuestras acciones y al mismo tiempo crecer con las dificultades que se nos presenten, debemos asumir la vida y tomar nuestras decisiones de manera conciente, hay que abrir los ojos a las posibilidades que puede traernos un mundo en el que todos culpan a los demás de lo que sucede. 

Todas las profecías buscan un cambio en la mente del hombre, pues el universo está generando todos esos procesos para que la humanidad se expanda por la galaxia comprendiendo la integridad fundamental con lo que existe. 

Quinta Profecía

Esta profecía nos dice que todos los sistemas basados en el miedo sobre lo que se fundamenta nuestra civilización se transformarán simultáneamente con el planeta y el hombre para dar paso a una nueva realidad de armonía, el hombre está convencido que el universo existe solo para él, que la humanidad es la única expresión de vida inteligente, y por eso actúa como un depredador de lo que existe. 



Los sistemas fallarán para enfrentar al hombre consigo mismo y hacerle ver la necesidad de reorganizar la sociedad, y continuar en el camino de la evolución, que nos llevará a comprender la creación. 



El nuevo día galáctico está anunciado por todas las religiones y cultos como una época de paz y armonía para toda la humanidad, es claro entonces que todo lo que no produzca este resultado debe desaparecer ó transformarse, la nueva época de luz no puede tener una humanidad basada la economía militar de imposiciones de verdades por la fuerza. 


Sexta Profecía
La sexta profecía Maya dice que en los próximos años aparecerá un cometa (Ajenjo, Niburu, Hercóbulos, Doton?) cuya trayectoria pondrá en peligro la existencia misma del hombre, los Mayas veían a los cometas como agentes de cambio que venían a poner en movimiento el equilibrio existente para que ciertas estructuras se transformen permitiendo la evolución de la conciencia colectiva.

Todas las cosas tienen un lugar que les corresponde en todas las circunstancias, aún las mas adversas son perfectas para generar comprensión sobre la vida para desarrollar conciencia sobre la creación, por esto el hombre se ha enfrentado constantemente a situaciones inesperadas que le generan sufrimiento, es un modo de lograr que reflexione sobre su relación con el mundo y con los otros, así a lo largo de muchas vidas comprenderá las leyes universales de la razón de la creación, para los Mayas, Dios es la presencia de la vida que tiene todas las formas y su presencia es infinita. 

El cometa del que habla la sexta profecía fue también anunciado por muchas religiones y culturas, por ejemplo la Biblia en el libro de las revelaciones aparece con el nombre de ajenjo. Sí el cometa aparece, es posible que su trayectoria lo lleve a chocar con la tierra, o también por medio de físicos o psíquicos logremos desviar su trayectoria (informaciones recientes nos hablan de un enorme asteroide que se ha descubierto en el espacio que en su trayectoria puede chocar con la tierra en los próximos años), los cometas siempre han formado parte del sistema solar, miles de residuos atraviesan, cruzan, rozan, van y vienen periódicamente e incluso chocan con los planetas que se mueven siempre tranquilos en órbitas regulares, alrededor del sol. 

Los Mayas siempre estudiaron y registraron los eventos del cielo, su alerta fue prevenir al hombre de los peligros de no conocer las órbitas y períodos de grandes residuos que se cruzan con la trayectoria conocida de la tierra, ellos sabían que para el hombre moderno descubrir con anticipación un asteroide tan grande que pudiera causar su extinción y luego desviarlo sería uno de los mayores logros de la historia humana y un hecho crucial que nos uniría como especie. 

Antiguamente la esfera celeste era el dominio de los dioses, la aparición sorpresiva de un objeto desconocido que dominaba la noche era motivo de miedo y misticismo, por ese motivo los Mayas construyeron observatorios dedicados a estudiar los fenómenos, querían entender los impredecibles movimientos en el cielo, especialmente después de que establecieron las posiciones de los planetas y las estrellas. 

El peligro inminente del que nos alerta la sexta profecía nos obligaría a construir un nivel de cooperación internacional, a establecer un sistema de comando y control por encima de los países y una estructura de comunicación mundial, sería la única manera que los países declinaran su soberanía a una identidad como la Naciones Unidas, dando paso a un gobierno mundial para el bien común, sería un cambio para aprender a trascender la separación que es la base de nuestra sociedad. 

Séptima Profecía

Esta profecía Maya nos habla del momento que en el que el sistema solar en su giro cíclico sale de la noche para entrar en le amanecer de la galaxia, dice que los 13 años que van desde 1999 al 2012 la luz emitida desde la galaxia sincroniza a todos los seres vivos y les permite acceder voluntariamente a una transformación interna que produce nuevas realidades, Que todos los seres humanos tienen la oportunidad de cambiar y romper sus limitaciones, recibiendo un nuevo sentido: la comunicación a través del pensamiento, los hombres que voluntariamente encuentren su estado de paz interior, elevando su energía vital, llevando su frecuencia de vibración interior del miedo hacia el amor, podrán captar y expresarse a través del pensamiento y con el florecerá el nuevo sentido. 


La energía del rayo transmitido desde le centro de la galaxia activa el código genético de origen divino en los hombres que estén en una frecuencia de vibración alta, este sentido ampliará la convivencia de todos los hombres, generando una nueva realidad individual, colectiva y universal, una de las transformaciones mas grandes ocurrirá a nivel planetario, pues todos los hombres conectados entre si como un solo todo, dará nacimiento a un nuevo ser en el orden genético, la reintegración de las conciencias individuales de millones de seres humanos despertará una nueva conciencia en la que todos comprenderán que son parte de un mismo organismo gigantesco. 



La capacidad de leer el pensamiento entre los hombres revolucionará totalmente la civilización, desaparecerán todos los límites, terminará la mentira para siempre porque nadie podrá ocultar nada, comenzará una época de transparencia y de luz que no podrá ser opacada por ninguna violencia o emoción negativa, desaparecerán las leyes y los controles externos como la policía y el ejército, pues cada ser se hará responsable de sus actos y no habrá que implementar un derecho o deber por la fuerza. 



Se conformará un gobierno mundial y armónico con los seres más sabios del planeta, no existirán fronteras ni nacionalidades, terminarán los limites impuestos por la propiedad privada y no se necesitará el dinero como medio de intercambio; se implementarán tecnologías para manejar la luz y la energía y con ellas se transformará la materia produciendo de manera sencilla todo lo necesario, poniendo fin a la pobreza de siempre. 



La excelencia y el desarrollo espiritual serán el resultado de hombres en armonía que realizan las actividades con las que vibran mas alto y al hacerlo expandirán su nivel de comprensión sobre el orden universal, con la comunicación a través del pensamiento aparecerá un súper sistema inmunológico que eliminará las vibraciones bajas del miedo producidas por las enfermedades, prolongando la vida de los hombres, la nueva era no necesitará del aprendizaje del contraste inverso producido por las enfermedades y el sufrimiento que caracterizaron miles de años de historia. 

Los hombres que conciente y voluntariamente encuentren paz interior, entran en una nueva época de aprendizaje por contraste armónico, la comunicación y la reintegración hará que las experiencias, los recuerdos individuales y conocimientos adquiridos estén disponibles sin egoísmos para todos los demás, será como una Internet a nivel mental que multiplicará exponencialmente la velocidad de los descubrimientos, y se crearán sinérgias nunca antes imaginadas. 



Se acabarán los juicios y los valores morales que cambian con las épocas, como la moda, se comprenderá que todos los actos de la vida son una manera de alcanzar una mayor comprensión y armonía, el respeto será el elemento fundamental de la cultura, transformará al individuo y a la comunidad y colocará a la humanidad en la posibilidad de expandirse por la galaxia.

Las manifestaciones artísticas y las actividades recreativas comunitarias ocuparán la mente humana, miles de años fundados en la separación entre los hombres que adoraron a un Dios lejano que juzga y castiga, se transformarán para siempre, el hombre vivirá la primavera galáctica, el florecimiento de una nueva realidad basada en la integración con el planeta y todos los seres humanos para en ese momento comprender que somos parte integral de un único organismo gigantesco y nos conectaremos con la tierra, los unos con los otros, con nuestro sol y con la galaxia entera.


Todos los hombres comprenderán que el reino mineral, vegetal, animal y toda materia esparcida por el universo a todas escalas desde el átomo hasta la galaxia, son seres vivos con una conciencia evolutiva, a partir de sábado 22 de diciembre del año 2012 todas las relaciones estarán basadas el la tolerancia y la flexibilidad, pues el hombre sentirá a otros como otra parte de si mismo. 



Vía: Horoscopias